«Si CAMINAR es bueno para evitar el deterioro que se produce en nuestro organismo por el paso de los años, EJERCITAR LA MEMORIA, es bueno y necesario para evitar los cambios que se producen a nivel cognitivo por el paso de los años.» Arrasate-Mondragón, Bergara, Oñati, Elorrio, Durango

 

 

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.TALLERES DE MEMORIA

 

“Si te preocupas por mantener tu cuerpo activo y saludable, ¿por qué no tu mente?”

Los talleres de Memoria están dirigidos a personas que no presentan ningún tipo de patología. Perseguimos el mantenimiento de una mente activa, para prevenir y mejorar la pérdida de memoria, propia del proceso de envejecimiento normal.

En estos talleres se desarrollan actividades grupales e individuales y se trabaja entorno a las diferentes áreas cognitivas.

Son talleres dinámicos con actividades variadas y de una manera entretenida y divertida mantenemos nuestra mente activa.

Las personas que acuden a los talleres pueden entrenar su memoria y otras capacidades con una periodicidad suficiente, que les permite mantenerse “ágiles” a nivel cognitivo.

También en estos grupos se da espacio a compartir experiencias, vivencias y dificultades. No se trata de lograr ni demostrar conocimientos (no es una escuela) sino de entrenar nuestras capacidades. Todo ello, permite conseguir, en un ambiente de entretenimiento y divertimento beneficios directos en nuestro día a día.

 Los talleres se imparten a diferentes grupos de personas. Actualmente se desarrollan en los Hogares de Jubilados de Bergara, Arrasate, Aretxabaleta, Eskoriatza y en el centro Burugorri de Itziar.

 

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SESIONES INDIVIDUALES

 

En estas sesiones participan personas que presentan deterioros cognitivos en fases iniciales (Alzheimer y otras demencias).

Son sesiones de psicoestimulación cognitiva individuales y personalizadas, en las que se trabaja atendiendo a la realidad particular de cada usuario. Se desarrollan en los domicilios particulares dos veces por semana.

El objetivo de estas sesiones es que la persona se mantenga activa y estimulada, desde el punto de vista cognitivo, estimulando aquellas áreas que todavía están preservadas y evitar el desuso de otras funciones para disminuir o ralentizar el declive cognitivo y funcional.

La intervención contribuye a la mejora de la autonomía de la persona, lo que por un lado requiere asumir la propia enfermedad, y por otro, requiere disponer de herramientas que les pueden ayudar a tener la mayor autonomía posible.

Este trabajo encaminado al mantenimiento de la autonomía y capacidades de la persona, contribuye en el día a día del usuario así como en la mejora de sus relaciones familiares y sociales.

Las personas pueden beneficiarse de una intervención acorde a su situación particular en cada momento.

Con diferentes materiales todos ellos homologados, se trabaja la orientación, atención-concentración, funciones ejecutivas, memoria y el resto de capacidades cognitivas.

Las familias como parte esencial, reciben apoyo, ánimo, estímulo y ayuda en la elaboración de los procesos personales que acompañan a estas situaciones. Es decir, ayudamos a afrontar la vida cotidiana con un talante más sereno.